06/12/2025
#Corregidora #Estado de Querétaro #Principal #Queretaro

Chepe llega con 121 lentes… y un buen regaño cariñoso para que no los rompan

En la primaria Reforma Agraria hubo fiesta, aplausos y hasta anécdotas de balonazos. Chepe Guerrero, alcalde de Corregidora, se lanzó al plantel para entregar 121 lentes a niñas y niños que, tras revisar a los 514 estudiantes de la escuela, fueron detectados con problemas de visión. Todo como parte del programa “Ver Bien para Aprender Mejor”, que el municipio empuja junto con la USEBEQ.

El evento tuvo su toque serio y su toque relajado. Chepe agradeció a la coordinadora de la USEBEQ, Irene Quintanar Mejía, por la chamba conjunta y aprovechó para soltar un consejo que se sintió bastante vivido: cuidar los lentes. Contó que más de una vez los perdió en pleno balonazo o los dejó chuecos tras sentarse encima. Y sí, más de un niño se rió porque sabe que esas cosas pasan. Pero el mensaje quedó claro: estos lentes son herramienta para estudiar mejor.

Irene Quintanar compartió cómo ha avanzado el programa en 2024: 36 escuelas atendidas en Corregidora, El Marqués, Huimilpan, Pedro Escobedo y Querétaro; más de 6 mil 096 revisiones oftalmológicas; y 3 mil 564 estudiantes beneficiados con lentes nuevos. Números que muestran qué tan común es que un niño no vea bien… y ni cuenta se dé.

La directora del plantel, Nadia Rodríguez Vásquez, también tomó la palabra para recalcar que ver bien cambia todo: un niño que distingue el pizarrón, participa mejor; un niño que deja de adivinar letras, recupera confianza. Y así, lo que podría parecer un simple accesorio se convierte en una llave para abrirse paso en la escuela.

Este esfuerzo entre el Municipio de Corregidora y la USEBEQ busca, ni más ni menos, que la cancha esté pareja para todos. Si un alumno no puede ver, difícilmente podrá aprender al ritmo del grupo. Por eso, la revisión completa de la matrícula —los 514 estudiantes— y la entrega de lentes a quienes los necesitaban se volvió un paso importante para tener escuelas más inclusivas y con oportunidades reales para todos.

Al final, las caras de los niños con sus lentes nuevos decían más que cualquier discurso. Y claro, ahora tendrán que cuidarlos… no vaya a ser que también les toque un balonazo traicionero.