La SEJUVE se aventó una jugada grande: firmó un convenio con nada menos que la Universidad de Purdue, una de esas instituciones que salen en las listas internacionales y que todo mundo presume. El trato, gestionado a través del Krach Institute for Tech Diplomacy, permitirá que miles de jóvenes queretanos se echen cursos y microcredenciales de tecnología, inteligencia artificial, ciberseguridad y otras chuladas del futuro, sin pagar un peso.

Este acuerdo no cayó del cielo. Forma parte de un proyecto que vale 12 millones de dólares y que se logró gracias al jalón conjunto entre la Secretaría de la Juventud, la Secretaría de Finanzas y el sector privado. La idea es simple: darles a los jóvenes queretanos una oportunidad real para prepararse y conseguir mejores trabajos, sin tantas trabas.

La titular de SEJUVE, Virginia Hernández Vázquez, lo dijo con todas sus letras: la intención es que cualquier joven, ya sea de la Sierra Gorda o de la zona metropolitana, tenga acceso a formación de primer nivel sin tener que dejar Querétaro. Nada de barreras económicas, nada de complicaciones de distancia. Quien tenga ganas de aprender, que le entre.

Purdue, conocida mundialmente por su peso en ingeniería y ciencia aplicada, pondrá su sello de garantía en los contenidos. Para quienes participen, esto significa que la capacitación vendrá respaldada por una universidad que suele aparecer en conversaciones sobre tecnología avanzada y futuros innovadores.

El paquete académico trae 20 materias centradas en tecnologías emergentes: inteligencia artificial, ciberseguridad, computación cuántica, agricultura del futuro, robótica, semiconductores, manufactura avanzada, energía, sostenibilidad, ingeniería del futuro y tendencias tecnológicas globales. Todo dividido en microcursos para avanzar a buen ritmo. Al final del camino, quienes completen el programa tendrán un diplomado avalado por la Purdue Tech Diplomats Academy.

SEJUVE aseguró que este convenio abre una puerta enorme para que los jóvenes del estado se metan de lleno a lo que hoy mueve el mundo. Nada de discursos huecos: cursos concretos, temas actuales y una certificación con respaldo internacional. Si Querétaro quiere seguir en la jugada tecnológica, esta es una de esas movidas que pesan.