En el marco del Día Nacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, conmemorado el 2 de junio, la Secretaría de Salud del Estado de Querétaro (SESA) reafirmó su compromiso con la sensibilización, atención integral y prevención temprana de estos padecimientos, que afectan profundamente el bienestar físico y emocional de quienes los padecen.

Durante esta jornada, la dependencia estatal promovió información clave sobre las características, síntomas y riesgos asociados a trastornos como la anorexia nerviosa, la bulimia y la ortorexia, con el propósito de fomentar una cultura de cuidado en salud mental y nutricional, especialmente entre adolescentes y jóvenes.

La OMS advierte que estos trastornos aparecen comúnmente en la adolescencia y juventud, y son más prevalentes en mujeres. Sin embargo, SESA recordó que cualquier persona, sin importar género o edad, puede desarrollar un TCA, por lo que es fundamental mantener vigilancia ante señales de alerta como conductas alimentarias anormales, rechazo al propio cuerpo, aislamiento social o ejercicio excesivo.

Los TCA tienen un origen multifactorial. Entre las causas más frecuentes se encuentran factores emocionales, culturales, familiares y biológicos, así como experiencias negativas vinculadas a la imagen corporal. La presión social, los estándares estéticos irreales y la sobreexposición a contenido digital también juegan un papel importante en su aparición.

SESA explicó que la anorexia nerviosa puede dividirse en dos subtipos: el restrictivo, donde la persona limita severamente su alimentación; y el de atracones/purgas, donde se combinan episodios de ingesta excesiva con vómitos inducidos o uso de laxantes. Ambos subtipos pueden causar consecuencias graves como desnutrición, osteoporosis, daño gastrointestinal, depresión y riesgo de muerte.

La bulimia, por su parte, se caracteriza por el ciclo de atracones y purgas, lo cual provoca daño en el sistema digestivo, desequilibrios electrolíticos y fuertes consecuencias emocionales. Mientras tanto, la ortorexia, aunque menos conocida, puede llevar a una obsesión insana por la comida “limpia”, restringiendo grupos alimenticios necesarios para una nutrición adecuada.

La dependencia llamó a romper el estigma, hablar abiertamente sobre estos temas y fomentar entornos familiares y escolares donde la autoestima, el respeto al cuerpo y la diversidad física sean valores centrales. Asimismo, hizo un llamado a la comunidad médica y educativa para redoblar esfuerzos en detección temprana y referencia oportuna a profesionales especializados.

SESA invitó a la ciudadanía a acercarse a los Centros de Salud para recibir información y orientación profesional, e hizo hincapié en que la intervención temprana puede salvar vidas y evitar complicaciones a largo plazo.