El mosquito no avisa, pero sí se reproduce donde hay agua acumulada. Por eso, la Secretaría de Salud de Querétaro lanzó un llamado claro: sin participación ciudadana no hay forma de frenar el dengue. Ante el aumento de casos en el país, la recomendación es reforzar la limpieza, evitar criaderos y acudir al médico ante cualquier síntoma.

Al 12 de diciembre de 2025, Querétaro suma 100 casos positivos de dengue. Son 56 mujeres y 42 hombres, con presencia en municipios como Peñamiller, Querétaro, Jalpan de Serra, El Marqués y otros más, además de un fallecimiento. Del total, la mayoría son casos no graves, aunque también se registran pacientes con signos de alarma y un caso grave. En el panorama nacional, al 8 de diciembre, se contabilizaron más de 20 mil casos y 85 defunciones.

Las brigadas de vectores no se han quedado de brazos cruzados. En 108 localidades realizaron limpieza y control, levantando más de 71 toneladas de cacharros. Entraron a miles de casas para colocar abate, fumigar, rociar interiores y revisar depósitos. Incluso instalaron ovitrampas, con cientos de miles de huevecillos recolectados. Trabajo hay, y mucho.

Pero el mosquito se combate en casa. Por eso, cuando se detecta un caso probable, se activa el protocolo epidemiológico y las brigadas recorren viviendas para revisar patios, tinacos y recipientes. La autoridad pide permitir el acceso al personal, que acude identificado y uniformado.

El dengue, transmitido por el Aedes aegypti, no discrimina y puede repetirse incluso en quienes ya lo tuvieron. Los síntomas van desde fiebre y dolor de cabeza hasta molestias musculares y sarpullido. Los signos graves incluyen dolor abdominal, vómito persistente y sangrados.

No hay tratamiento específico, así que la clave está en la prevención: lavar, tapar, voltear y tirar recipientes; usar repelente y ropa adecuada; colocar mosquiteros y no automedicarse. En pocas palabras: menos agua estancada, menos mosquitos y menos dengue.