En Presa de Bravo, Corregidora le mete mano a la escuela y renueva la malla
En Presa de Bravo, la comunidad educativa del Jardín de Niños “16 de Septiembre” ya puede respirar más tranquila. El Gobierno Municipal de Corregidora renovó por completo la malla ciclónica perimetral del plantel, una obra sencilla pero necesaria que impacta directamente en la seguridad y el día a día de quienes pasan por ahí.
La entrega estuvo encabezada por Carlos Contreras, jefe de Gabinete, quien acudió en representación del alcalde Chepe Guerrero. La clave del asunto fue el trabajo en equipo: el material llegó gracias a la donación de USEBEQ y el municipio se encargó de poner manos a la obra. El resultado beneficia a unas 700 personas de la comunidad.
Contreras fue claro: la educación no se construye sola ni se sostiene únicamente desde los salones de clase. Para que una escuela funcione, dijo, se necesita que autoridades, docentes y padres de familia trabajen juntos. Justo esa lógica es la que, aseguró, sigue la administración municipal al impulsar obras que no se quedan en el discurso y sí se notan en lo cotidiano.
Desde Obras Públicas, la secretaria Viridiana Nava explicó con detalle qué se hizo: primero, se retiró el mamposteo y la malla vieja; después, se colocó una nueva malla galvanizada de dos metros de altura, con postes y travesaños alineados. Algunos postes se conservaron tras una revisión de seguridad, lo que permitió aprovechar lo que aún estaba en buenas condiciones.
La funcionaria comentó que la instrucción fue clara desde la Presidencia Municipal: atender la petición de la comunidad educativa. El material ya estaba disponible, resguardado, y solo faltaba convertirlo en una obra concreta, cosa que finalmente se logró.
Al corte del listón acudieron directivos escolares, autoridades educativas, padres de familia y representantes del municipio. Entre ellos estuvieron la directora del plantel, Marieli Villafuerte; personal de USEBEQ; la jefa del sector preescolar, el delegado de Presa de Bravo y regidores.
Sin grandes reflectores ni discursos largos, la obra quedó entregada. Una malla nueva, un entorno más seguro y una señal clara de que, cuando se coordinan esfuerzos, hasta las acciones más simples pueden marcar diferencia.















