El secretario de Obras Públicas, José Pío X Salgado, se paró en la Glosa del Informe con un listado kilométrico de construcciones: centros de salud nuevecitos, un albergue para embarazadas, un pabellón deportivo para atletas de élite y hasta la techumbre del Gómez Morin, que ahora luce como salón de eventos internacionales.

No faltó el toque patrimonial —con arreglos a Capuchinas y Santa Rosa de Viterbo—, ni el sello vial: el puente de Los Benitos que promete agilizar a 31 mil vehículos diarios. También presumió obra en el AIQ, caminos serranos y el eterno tema de bacheo y reencarpetado en casi 900 kilómetros de carretera.

En seguridad, la lista sonó a serie de Netflix: nuevas salas de juicios orales, complejo de alta seguridad, unidad K9 y hasta un centro forense. En vivienda, habló de 829 casas entregadas y apoyos a familias vulnerables.

En resumen: Querétaro está de obra en obra. La pregunta que queda es si tanta inauguración alcanza a tapar las grietas cotidianas que la gente sigue reclamando en colonias y comunidades.